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Es importante elegir la mejor máscara para tus pestañas. / d.r.
No todas las pestañas son iguales y, por ello, necesitan productos específicos para hacerlas brillar y mejorar sus cualidades. La forma original de nuestra pestaña determinará qué máscara es la más adecuada, y, más allá de la fórmula, tenemos que fijarnos en el tipo de cepillo que mejor va, ya que será el que nos ayude a sacarle el máximo partido.
Largas, cortas, rizadas o rectas, tenemos que determinar nuestro tipo de pestaña y en función a este primer paso, seleccionar el cepillo que mejor va. En el caso de las pestañas más cortas, Baute recomienda «cepillos ultradelgados porque son capaces de llegar hasta los extremos de cada pestaña, dándole volumen y longitud, definen las pestañas interiores, son precisos y capturan hasta las pestañas más pequeñas». Un ejemplo de este tipo de cepillo sería So Intense de Sisley (55 euros).
Para este tipo de pestañas no es este tipo de goupillón la única opción, los cepillos en espiral o en formato twist, serían también otra buena opción, porque tal y como dice Baute, la disposición en forma de espiral de sus cerdas, permite engrosar las pestañas más cortas y con ellas se logra alargar las pestañas y darles volumen al mismo tiempo». En este tipo de formato, podemos encontrar máscaras como Lash Queen Wonder Blacks de Helena Rubinstein (39,99 euros).
Si lo que buscamos es un volumen extremo en nuestras pestañas, el experto recomienda utilizar un cepillo que sea recto y tupido, «el cepillo más clásico», porque con «él se alargará y engrosará la pestañas, permitiendo con su diseño que se deposite más máscara de pestañas, con lo que se conseguirá un volumen más intenso». La icónica máscara de pestañas Lash Paradise de L'Oréal Paris (11,95 euros) sería perfecta para conseguir este efecto.
En el caso de conseguir un efecto dramático con una pestaña alargada de manera intensa, tal y como dice Baute tenemos que recurrir a cepillos largos y con cerdas rectas. Con este tipo de aplicador «facilitamos que lleguemos a la raíz y eso nos permite que se reparta bien el producto desde la base hasta las puntas, consiguiéndose un efecto alargador».
¿Y cómo se consigue este? «Gracias a sus cerdas alineadas que separan y estiran las pestañas o con un cepillo twist que sublima las pestañas más cortas y engrosa las cortas». Una opción de este tipo de cepillo sería la máscara Worth the Hype de Nyx PMU (9,99 euros).
En cuanto a la diferencia entre los cepillos curvados y los cónicos, tal y como apunta Baute, los primeros «están pensados para las pestañas largas y tupidas que son completamente rectas». Este tipo de cepillo « ayuda a rizarlas porque abarca todas las pestañas de un extremo a otro con una sola pasada, las levanta y las riza con efecto lifting». Un ejemplo de este tipo de cepillo sería la máscara de pestañas Supra Lift Curl de Clarins (31,75 euros).
Si hablamos de los segundos, los cepillos cónicos son perfectos «para conseguir una mirada más abierta», por lo que, como afirma Baute, «están pensados para aquellos ojos que están caídos o que tienen pestañas muy rectas». La clave de este tipo de goupillón es que «la diferencia de tamaño de este cepillo hace que se consiga un extra de curvatura en las pestañas de la parte externa, gracias al efecto levantador». Aqua Smoky Extravagant de Make Up Forever (27,50 euros) sería una opción a tener en cuenta de este tipo de máscara.
Por último, vemos cuál es la diferencia entre los goupillones de cerda y los de silicona. Baute destaca que «los cepillos con cerda de pelo sintético siempre nos han ofrecido más volumen mientras que cargan más las pestañas». Si hablamos de los cepillos de silicona, destaca que con ellos «se consigue un efecto más natural y más sutil, aunque juega un gran papel el tipo de máscara que utilicemos».
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