Entrevista con Ana de Armas por 'Blonde'

2022-09-23 19:23:28 By : Mr. Kevin Zhang

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Hablamos con la actriz sobre la evolución de su carrera y la esperada película en la que interpreta a Marilyn Monroe y que llega a Netflix el próximo miércoles 28.

De esta escena hace solo cinco años, pero en el reloj de Hollywood es un tic-tac de eternidad. Junio de 2017: la prensa internacional asiste en Barcelona a la presentación de la última megaproducción de Denis Villeneuve, 'Blade Runner 2049'. En la planta 44 del Hotel Arts, en una peque a sala con vistas al cielo, Ana de Armas (La Habana, Cuba, 1988), vestida de rosa, hace su primera round table. Tiene prohibido dar detalles acerca de Joi, la novia holográfica de Ryan Gosling a la que interpreta, pero se defiende bien. Su inglés es correcto, el acento suave, y al final de algunas frases repite con tono juvenil You know. Cuando abandona la sala, una periodista británica dice con cierta exasperación: 'Por Dios, ¿cuántas veces es capaz de repetir esta chica ‘You know’?' Y algunos le ríen la gracia. Flota en el aire una cierta displicencia. ¿Demasiado guapa? ¿Demasiado sincera? ¿Demasiado ilusionada? A estas alturas de la película aquella periodista debe de haberse dado cuenta de que ese día subestimó a Ana de Armas.

No es la primera vez que alguien se equivoca con la poderosa determinación y talento de esta actriz hispanocubana. En un extenso perfil dedicado a ella en la edición americana de la revista Elle, Jamie Lee Curtis reconoció con cierta vergüenza que, cuando la conoció, supuso que era 'una joven inexperta y poco sofisticada que acababa de llegar de Cuba'. Y a finales de julio, cuando se lanzó el tráiler de 'Blonde', las redes se inundaron de comentarios que alababan su caracterización como Marilyn Monroe, pero ridiculizaban su acento con frases del tipo: "El terrible acento estadounidense de Ana de Armas en 'Blonde' es la venganza por el terrible acento cubano de Al Pacino en 'El precio del poder'". De inmediato, Brad Pitt, uno de los productores de la película, y Joyce Carol Oates, la autora de la novela en la que está basada, defendieron su trabajo. Pero… ¿qué piensa ella? FOTOGRAMAS habla en exclusiva con la actriz vía Zoom. Está en su casa de Los Ángeles con una sudadera y una coleta. La conversación iba a ser solo por audio, pero reconoce que se siente extra a sin mirar a su interlocutor a los ojos y activa la cámara. "En 'Blonde' la gente que quiera oír mi acento lo oirá y la gente que no quiera, no lo oirá. Lo que pretende esta película es que la auténtica voz de Marilyn, sea escuchada y vista. Eso es lo único que me importa. Marilyn es de todos y así es como tiene que ser. Quieran o no los americanos, tienen que compartirla, por eso yo me tomé la libertad de hacer este personaje".

Desde 'El internado' a hacer una prueba con Steven Spielberg para la María de 'West Side Story' –y recomendada por Curtis, azares del destino–, el viaje de Ana de Armas ha sido intenso. Tras 'Blade Runner 2049' tuve una poca rara, de espera. "Los personajes que yo quería hacer no llegaban y las cosas que me ofrecían tampoco me interesaban. Quería seguir trabajando con directores de la talla de Denis Villeneuve, pero eso no pasó durante algún tiempo. Pero tampoco podía seguir parada, porque soy de esas personas que si no trabajan se aburren… y si se aburren, se deprimen".

Su suerte cambió con 'Puñales por la espalda' (R. Johnson, 2019), un whodunit con un reparto coral –en el que coincidió con, además de la citada Curtis, Daniel Craig o Christopher Plummer– donde ella era lo más parecido a una protagonista. "Hasta que la hice, no tenía ni idea de mi vis cómica". Su trabajo fue recompensado con una nominación a los Globos de Oro como Mejor Actriz de Comedia, y además le permitió conocer a quien con el tiempo se ha convertido en uno de sus grandes cómplices en la profesión, Chris Evans, con el que ha vuelto a coincidir tanto en la recientemente estrenada 'El agente invisible' (J. y A. Russo, 2022) como en la próxima 'Ghosted', una cinta de acción y romance para Apple. "Fue él mismo quien me llamó para sustituir a Scarlett Johansson. Pero no es la primera vez que repito con compañeros. Me pasó con Daniel Craig en 'Sin tiempo para morir' (C. Fukunaga, 2021), y también con Ryan o con Keanu Reeves", explica recordando 'Toc Toc' (E. Roth, 2015) y 'La hija de Dios' (G. M. Linton, 2016), dos de sus primeros trabajos en Hollywood. Y puede que coincida una tercera vez con Reeves en Ballerina, el spin-off de la saga John Wick, que a propuesta de la propia actriz tendrá como guionista a Emerald Fennell ('Una joven prometedora'). "No tuve miedo", dice recordando ese periodo en el que no le llegaban los proyectos que deseaba, "pero sí me preocupé porque tú haces lo que puedes con las oportunidades que tienes y a veces, por desgracia, estas se quedan cortas con respecto a tus expectativas".

A nuestra estrella de portada no le molesta ser la segunda opción. O la tercera. Naomi Watts fue la primera Marilyn de 'Blonde', y Jessica Chastain, la segunda. Andrew Dominik llevaba más de 10 años intentando sacar el proyecto adelante cuando Ana de Armas le convenció en menos de 10 minutos de que Norma Jean solo podía ser ella. "Marilyn y yo no podemos estar más alejadas una de la otra, pero desde el principio Andrew me transmitió que este es un film sobre la mujer, es decir, sobre Norma y para mí lo más importante era capturar su esencia", explica. ¿Con qué escena hizo la audición? "Con la primera cita con Joe DiMaggio, el atleta. Probablemente porque es en esa conversación donde el personaje sintetiza con más claridad su lucha, es decir, la dualidad entre Norma Jean, la mujer, y Marilyn, la estrella. Norma Jean sabía que Marilyn no era ella, pero la necesitaba", apunta la actriz.

Seguimos con esa batalla de identidades: "Ella no soy yo", le dice al que será su segundo marido. El hombre que pagó su funeral y quien, según el libro en el que se basa la película, le dio más de una paliza. ¿Verdad o mentira? Y sus abortos? Y su trío (estable) con Chaplin Jr. y EdwardG. Robinson Jr.? "No es mentira, solo ficción", dice la novelista Joyce Carol Oates. Una respuesta poco simple y muy posmoderna que dejar insatisfecho a más de un espectador.

A Ana de Armas se le da bien llorar y reír a la vez. En 'Blonde' lo hace constantemente, pero también en la vida real se emociona con facilidad. Como cuando reconoce lo mucho que le duele que su padre, fallecido hace un año, no haya podido ver la película: "No te puedes imaginar la ilusión que le hizo saber que me habían dado el papel", cuenta conmovida. Su padre, Ramón Armas, era un hombre brillante que había estudiado Filosofía en la Unión Soviética y le dio la libertad de ser y hacer lo que quiso, "siempre que me atuviera a las consecuencias". ¿Pudo despedirse de él? "Sí, lo acompañé en sus últimos momentos, dice enjugándose una lágrima, "y sé que esté donde esté está orgulloso de mí y de lo que he hecho". Se hace un silencio. "Quiero pensar que ella está muy orgullosa también y que está contenta". ¿Se refiere a Marilyn? "Sí, me refiero a ella". ¿Y qué opina de los que creen que hacer una película como esta es volver a exprimir un poco más su tragedia? "Me parece injusto. Esta película es un poema de tres horas. Hacer 'Blonde' fue superagotador, y duro, y trabajoso y estresante. Rodamos en 48 días y había muy poco presupuesto y, además, Andrew es un director supermeticuloso y perfeccionista, y yo también… así que fue una pesadilla para todo el mundo trabajar con nosotros", cuenta medio en broma. "Muchas veces tengo la sensación de que hoy la mayoría de directores tienen miedo a apostar por una visión o no saben cuál es su punto de vista. Tienen miedo de arriesgar, de las críticas, de no ser entendidos… Pero Andrew apostó por hablar sobre la feminidad, sobre el abuso, sobre los traumas, el poder, la industria, la fama… sin sacrificar nada de lo que quería decir ni de la forma en que quería hacerlo. Él fue a por todas y yo fui a por todas también porque me parecía superimportante lo que estábamos haciendo. Y porque a pesar de que la película está basada en una novela de ficción, me parece que es una de las historias más reales y humanas que se han contado jamás sobre una actriz de Hollywood".

Como Marilyn, Ana de Armas también dejó Los Ángeles por Nueva York, en parte, huyendo del acoso de los paparazis que sufrió durante su relación de un a o con Ben Affleck. En la Gran Manzana fue donde Norma Jean conoció a dos de los hombres más importantes de su vida: Arthur Miller y Lee Strasberg. Su maestro en el Actor’s Studio (y uno de sus dos herederos, el otro fue su psiquiatra) dijo de ella en el elogio fúnebre: "Tenía una cualidad luminosa, una combinación de nostalgia, resplandor y anhelo que la distinguía y que, sin embargo, hacía que todo el mundo deseara formar parte de ella para compartir esa ingenuidad infantil tan tímida y a la vez tan vibrante".

En 'Blonde', Ana de Armas hace exactamente eso: vibrar luminosamente, y por eso es más que probable que su nombre esté en todas las quinielas de los Oscar de este año. Quedan muchos meses, pero parte como una de las potenciales favoritas aunque cuando se lo mencionamos se ruboriza. "Bueno, ya veremos, ya veremos…" En su interpretación mimetiza a la Marilyn de las películas y las apariciones públicas, pero en la intimidad construye la subjetividad de Norma Jean a base de nostalgia, resplandor, anhelo, orfandad y piel.

Para quien conoce a la actriz hispanocubana, su meticulosidad expresiva no es nueva. "Mi formación fue muy rigurosa", recuerda. "Unos 600 niños de toda Cuba participaban en las pruebas para la Escuela Nacional de Teatro y al final escogían a 12 en cada curso. La educación era gratis, pero si no aprobabas un semestre te echaban. Desde los 14 años aprendes lo que significa ser actor: un respeto, un horario, un trabajo en equipo. Hacíamos nuestra escenografía, y lo mismo ensayábamos a Lorca que aprendíamos cómo hacer una silla".

En 'Romeo y Julieta', era Julieta; y en 'La casa de Bernarda Alba', Adela la del vestido verde. Nunca le ha faltado a Ana de Armas el físico y la energía de las heroínas deseantes y trágicas. Marilyn leía a Joyce, a Freud, a Emily Dickinson, a Chéjov, sobre todo a Chéjov, y uno de sus sueños era interpretar en las tablas a la cruel Natacha de 'Las tres hermanas'. Pero cuando sale de una audición en la que se ha roto, una prueba perfecta para hacer de Nell en la olvidada 'Niebla en el alma', los hombres solo dicen: "Vaya culo".

La voracidad hacia su cuerpo es una de las marcas del abuso al que fue sometida Norma Jean: "¿Cómo llegó al cine?", le preguntan. "Fui descubierta", contesta. Y en su recuerdo se desprende la costra de la herida de su primera violación, a la que la somete un productor de El Estudio, el repugnante señor Z, que la sodomiza contra una mesa. Una de esas escenas que el director ha luchado para mantener en su edición final. "El arte tiene que crear controversia. Para eso sirve, para incomodar, para hacernos pensar y enseñarnos cosas que no hemos podido o querido ver. Era imposible contar a Marilyn sin el sexo. La sexualidad fue lo que creó a este personaje. Era lo que la gente pedía: Marilyn era la demanda. Es importante mostrar los abusos sexuales tal y como aparecen en el film porque aún estamos aprendiendo a cómo hablar sobre ello, a cómo dar apoyo a las víctimas, y a que sean libres de poder expresarse sin miedo a repercusiones".

Una de las pautas que le dio el director fue que, como Marilyn, tenía prohibido sentir rabia: "Al principio había escenas en las que yo intuitivamente quería defenderme, pero Andrew me dijo: 'Norma Jean carece de ese mecanismo. 'Búscate la vida, pero tienes que salir de las situaciones de otra forma'. No puede permitirse la rabia porque para ella la alternativa es perder a toda esa gente que la quiere. Y por ese amor y esa atención es capaz de cualquier cosa".

A lo largo de 'Blonde', Ana de Armas se desnuda emocionalmente, pero a nadie va a pasar inadvertido que también lo hace físicamente: "Cuando Norma Jean está sola, desnudarla es literalmente despojarla de todo eso que ella no es en realidad: la voluptuosidad, los labios rojos, el lunar, es decir, del simulacro y el disfraz que usa ante los focos. No me siento cómoda haciendo escenas de desnudo, pero en 'Blonde' era necesario. Desde que leí el guion sabía que tendría que apostarlo todo por el feminismo de esta película y nunca me dio miedo. Es probable que en algunas escenas de sexo los espectadores se sientan incómodos, pero el único motivo es porque Marilyn no está pasándolo bien". ¿Qué sintió al ver por primera vez la película? "Me quedé muda. Andrew me invitó a verla en su casa a solas y cuando terminó estaba en shock. En parte por verme… y en parte por todo lo que se ha quedado fuera. Hay tantas escenas que no están… La película podría durar una hora más perfectamente. No queremos que la gente cambie su idea sobre Marilyn, si acaso admirarla, quererla y entenderla un poquito más", sigue la actriz. "Es un film arriesgado, vamos a tener críticas de todos los colores, pero más que servirnos de Marilyn para demostrar nada, exponemos lo duro que es vivir con estas expectativas, sentir este peso encima de tus hombros. No se muere sola, como ella murió, por nada".

Desde el inicio de su carrera, FOTOGRAMAS apostó por el talento y el carisma de una jovencísima Ana de Armas. En 2009 formó parte de El Relevo, el tradicional reportaje donde reunimos a una nueva y prometedora cosecha de actores cada año. Junto a ella, Blanca Suárez, su compa era en 'El internado', Álvaro Cervantes, Mario Casas, Marta Nieto… En el cuestionario reconocía su absoluta impaciencia y su deseo de tener ¡cuatro o cinco hijos!, pero también se lamentaba de la acogida de 'Mentiras y gordas', ya que se había hablado muchísimo más de su escena sexual con Hugo Silva en la ducha que de su trabajo.

En 2011 estrenó la película de terror 'El callejón', dirigida por Antonio Trashorras, colaborador y crítico histórico de nuestra cabecera, y la elegimos como protagonista de nuestro Fotomatón, donde insinuaba que no le estaban llegando suficientes oportunidades y se empezaba a hacer evidente que el cine nacional no le ofrecía los papeles que ella necesitaba para crecer. Al preguntarle por un fallo de carácter contestó: "Seguir demasiado mi instinto". Una afirmación que ha demostrado ser completamente falsa, porque ese impulso y osadía han sido claves en su salto a Hollywood.

Su primera portada en FOTOGRAMAS llegaría en septiembre (como ahora), pero de 2016 a raíz del estreno de 'Juego de armas', de Todd Phillips. ¿El titular? Contundente: "Lo quiero todo". ¿Y sus impresiones sobre su llegada a Los Ángeles? "Sientes que no encajas, que no eres lo bastante delgada, que no tienes buen acento"… Además expresaba un deseo que ha terminado siendo profético: "Quiero seguir siendo latina y tener la posibilidad de optar a papeles más universales". Año 2022, Ana de Armas interpreta a Marilyn Monroe, la actriz norteamericana más famosa de la historia. Deseo concedido.