Es hora de lavar las brochas. Maquillarse a diario implica que los artefactos para hacerlo se ensucian constantemente, por eso es importante el aseo de estos. Limpiar las brochas de una manera correcta podría evitar cualquier afección causada por hongos y bacterias. A continuación, la guía para limpiar tus brochas de manera fácil y correcta.

Reúne todos los pinceles, incluidos los que no ha sido usados, ya que estos también almacenan ciertas bacterias con el paso del tiempo y la suciedad que se encuentra del aire. Dividirlas por tamaños y grosor puede ser útil para la hora de lavarlas.

Puedes utilizar un lavabo, fregadero u otro artefacto para limpieza de brochas. El agua que se utilice debe de ser tibia, ni muy fría ni demasiado caliente. De esta manera las brochas tendrán un mejor aseo y los restos de maquillaje se ablandarán facilitando el trabajo.

El jabón con el que lavarás tus brochas no debe dañar sus cerdas. Utilizar cualquier detergente puede ser perjudicial, ya que si quedan residuos puede resecar la piel o causar una reacción alérgica. Procura utilizar champú de bebé o un limpiador de brochas, estos son suaves y no dañarán la piel.

Estas almohadillas suelen tener cerdas de silicón que penetrarán entre la brocha, y removerán la suciedad que está atrapada. Estas zonas texturizadas removerán la suciedad del interior de una manera simple, sencilla, además de ser baratas y fáciles de conseguir.

El siguiente paso es enjuagar muy bien, una vez que hayas frotado las brochas debes pasarlas por agua fría. Coloca la brocha con las cercas hacia abajo y no mojes el mango. De lo contrario el agua entrará y podría causar hongos, ha que secar el interior de la brocha es muy difícil. Después presiona con cuidado para estilar, no frotes ya que se podría dañar la forma. Puedes pasar una toalla de papel una vez que este estilada.

Por último, tendrás que dejar secar, es mejor que sequen al aire libre donde esté bien ventilado y que los rayos del sol llegue a la brocha. Deja secar con la brocha volteada hacia abajo para que el agua no se escurra al interior. Para volver a utilizarlas asegúrate de que se hayan secado muy bien por al menos unas horas. Cuando estén bien secas estarán listas para volver a usarse y lucirán como nuevas.

Es importante conocer la frecuencia con la que se lavan las brochas de maquillaje, pues si no se tiene un buen aseo pueden llegar a albergar hongos y bacterias perjudiciales para la piel, hasta el punto de generar afecciones peligrosas. Si quieres conocer la frecuencia con la que las brochas de maquillaje necesitan se limpiadas, Good House Keeping dice lo siguiente:

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